5a. Marcha por los derechos de niños, niñas y adolescentes en el Cerro de Montevideo
Como cada 20 de noviembre desde hace 30 años, este miércoles se celebró el Día Internacional de los derechos del niño, niña y adolescente.
Con dicho motivo, a lo largo y ancho del país se estarán realizando campamentos, caminatas, cine-foros, conversatorios, encuentros, fogones, intervenciones urbanas, marchas, muestras fotográficas, pintadas de murales, plantación de árboles, presentación de libros, talleres…
En Montevideo, el directorio del Instituto del Niño y Adolescentes del Uruguay (INAU) acompañó a primera hora la 5ª Marcha por los derechos de los niños, niñas y adolescentes en la zona del Cerro. Participó la presidenta, Marisa Lindner y el vicepresidente, Fernando Rodríguez.
La actividad comenzó a las 8:30 en el Centro de Atención a la Primera Infancia “CAPI Regazo de Lita” de Carlos María Ramírez y Santín Carlos Rossi. Luego pasó por el CAIF “La Casa de la Amistad”, para nuclearse a las 9.30 en el “CAPI Villeritos”.
Al finalizar la marcha se leyeron proclama - una por parte de las y los educadores y otra a cargo de los niños y niñas. La actividad finalizó con un espectáculo artístico y con la instalación de stands con muestras sobre los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Son más de un centenar de actividades y buscan colocar en un lugar prioritario - desde las voces de sus protagonistas - los derechos de la infancia y la adolescencia. La jornada culminará con una transmisión simultánea de radio y televisión en la que niños, niñas y adolescentes vinculados a programas de INAU harán llegar un mensaje a toda la ciudadanía.
La Convención de los Derechos del Niño cumple 30 años de aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas. La Convención es el tratado sobre derechos humanos más amplia y rápidamente ratificado de la historia. Desde esa fecha se celebra en dicha jornada el Día Internacional de los derechos del niño, niña y adolescente.
En Uruguay, la Convención entró en vigor el 28 de setiembre de 1990 (Ley 16.137). Allí se consigna el compromiso del Estados a dar prioridad al “interés superior del niño” en cualquier medida que le afecte; a no discriminarlo por razón de sexo, religión, origen nacional, étnico o social; y a garantizar la protección de todos sus derechos.