En el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil y a un año de alcanzar la meta 8.7 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que insta a poner fin al trabajo infantil para 2025, se llevó a cabo un conversatorio a cargo de la Sociedad Uruguaya de Gestión de Personas (SUGP) en el Hotel Hyatt Centric. La bienvenida estuvo a cargo de Jessica Charmelo y Leticia Viva, quienes dieron inicio a un panel compuesto por María Hathia Romero, Rosario Pérez, Fernando Carotta y el presidente de INAU, Guillermo Fossati.

Palabras de Guillermo Fossati

El trabajo infantil es un fenómeno complejo, con diversas formas, causas subyacentes y significados según el contexto cultural. Es fundamental empezar con algunos criterios que definen lo que se entiende por "trabajo infantil". UNICEF considera que un niño participa en actividades de trabajo infantil bajo la siguiente clasificación:

  • Niños de 5 a 11 años que, durante la semana anterior a la encuesta, realizaron al menos una hora de actividad económica o 28 horas de trabajo doméstico
  • Niños de 12 a 14 años que, durante la semana anterior a la encuesta, realizaron al menos 14 horas de actividad económica o 42 horas de actividad económica y trabajo doméstico combinadas.

La OIT (Organización Internacional del Trabajo) define el término "trabajo infantil" como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que resulta perjudicial para su desarrollo físico y psicológico (OIT, 2024). Según la OIT, calificar una actividad como "trabajo infantil" depende de la edad del niño, el tipo de trabajo, la cantidad de horas dedicadas, las condiciones en que se realiza, y los objetivos que persigue cada país. La respuesta varía de un país a otro y entre sectores.

La OIT también señala que “la participación de niños o adolescentes, por encima de la edad mínima de admisión al empleo, en trabajos que no atentan contra su salud y desarrollo personal ni interfieren con sus trayectorias educativas se considera positiva”.

Desde el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), consideramos necesario integrar tanto la perspectiva de los derechos del niño como la perspectiva evolutiva del desarrollo infantil. Combatimos el trabajo infantil porque lesiona los derechos del niño y atenta contra su desarrollo evolutivo sano.

El interés superior del niño es un principio fundamental tanto en el contexto jurídico como en el del desarrollo infantil. Siempre que se tome una decisión que afecte a un niño, su interés superior debe ser una consideración primordial. Esto es clave para la toma de decisiones relativas a la protección y el cuidado de los niños.

En el INAU, reafirmamos el compromiso del país con los acuerdos internacionales orientados a combatir el trabajo infantil. Subrayamos la importancia de fortalecer la inspección del trabajo infantil y de un enfoque integral que refuerce los derechos del niño y los esfuerzos para alcanzar los objetivos establecidos por la Convención sobre los Derechos del Niño.

Los niños y adolescentes no son un grupo homogéneo, pero comparten necesidades básicas universales. La educación es un derecho humano fundamental de todos los niños y ninguna excusa debe interponerse en la plena realización de este derecho. La pérdida de oportunidades educativas puede tener efectos a largo plazo en el desarrollo de los niños, interfiriendo con la escolarización y violando sus derechos. El trabajo infantil no solo es un obstáculo para la asistencia a la escuela, sino también para garantizar que los niños puedan aprender y rendir una vez en la escuela. Hay mucha evidencia que confirma el impacto adverso del trabajo infantil en el rendimiento educativo, lo cual puede llevar al abandono escolar y perpetuar el ciclo de pobreza.

El juego es otra necesidad esencial de la infancia. El trabajo infantil niega o restringe a los niños la oportunidad de desarrollarse social y emocionalmente, perdiendo etapas cruciales de socialización e interacción con sus pares.

En resumen, es esencial integrar la perspectiva de los derechos del niño, niñas y adolescentes y del desarrollo infantil, reafirmar el compromiso con los acuerdos internacionales, fortalecer la inspección del trabajo infantil y adoptar un enfoque integral que aborde las causas subyacentes del trabajo infantil. La educación juega un papel crucial en la reducción y prevención del trabajo infantil.

 

El trabajo infantil es un fenómeno complejo, que tiene diversas formas, diversas causas subyacentes y diferentes significados en distintos contextos culturales.

Comprender por qué existe el trabajo infantil es necesario para abordar eficazmente las causas subyacentes.

Según la OIT, “El término trabajo infantil suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y resulta perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. (OIT, 2024)

Entonces, hablar de trabajo infantil hace necesario integrar tanto la perspectiva de los derechos del niño como la perspectiva evolutiva del desarrollo infantil.

Se combate el trabajo infantil porque lesiona derechos del niño. 

Se combate el trabajo infantil porque atenta contra el deseable y sano desarrollo evolutivo del niño.

El interés superior del niño es un principio importante tanto en el contexto jurídico como en el del desarrollo infantil. 

Siempre que se vaya a tomar una decisión que afecte a un niño o a una niña, el interés superior de ese niño o esa niña debe ser una consideración primordial. Es una base para la toma de decisiones relativas a la protección y el cuidado de los niños. 

En tal sentido, desde el INAU, reafirmamos el compromiso del país con los acuerdos internacionales asumidos. Acuerdos orientados a combatir el trabajo infantil. Subrayamos la importancia de fortalecer la inspección del trabajo infantil. 

Destacamos la importancia de un enfoque integral que refuerce los derechos del niño y consolide los esfuerzos para alcanzar una amplia gama de objetivos establecidos por la Convención sobre los Derechos del Niño.

En breve, importa decir que si bien los niños y adolescentes no son un grupo homogéneo, comparten necesidades básicas universales.

La educación es un derecho humano fundamental de todos los niños y  ninguna excusa debe interponerse en el camino de la plena realización de este derecho. 

La pérdida de oportunidades educativas puede tener efectos de largo alcance en el desarrollo de los niños. 

Interferir con la escolarización al privar o restringir la posibilidad de asistir a clases o dar lugar al abandono prematuro de educación, viola los derechos de los niños y puede dar lugar a una desventaja para toda la vida. Hay mucha evidencia que confirma el impacto adverso del trabajo infantil en el rendimiento educativo.

Un segundo aspecto a destacar, la falta de oportunidades para el juego: si bien el juego infantil adopta formas diferentes para niños y niñas de distintas edades y en culturas diferentes, el juego es una característica esencial y universal de la infancia a través de la cual los niños y las niñas exploran, aprenden, cooperan, se enfrentan y se adaptan.

La ceremonia de hoy fue moderada por Kiara Guerra y Etelvina Claramunt, adolescentes integrantes del Consejo Asesor Consultivo (CAC) de PROPIA. En el evento tomaron la palabra, entre otras autoridades, María Julia Garcete, directora general del IINOEA; y Guillermo Fossati, presidente de INAU.

El presidente de INAU resaltó la importancia histórica y actual del Instituto. “IINOEA sigue siendo un pilar en la promoción y protección de los derechos de la infancia", afirmó.

Fossati subrayó que, aunque los niños y adolescentes no constituyen un grupo homogéneo, comparten necesidades fisiológicas, sociales y emocionales básicas que son fundamentales para su desarrollo saludable. "Es crucial integrar todas las perspectivas para un enfoque integral al diseñar y programar acciones y servicios", explicó.

El presidente de INAU también enfatizó la importancia del principio del "interés superior del niño", un fundamento de la Convención sobre los Derechos del Niño. “Es una herramienta valiosa al diseñar y programar acciones, monitorear procesos y programas, medir y evaluar resultados. Además de ser un principio jurídico central, es vital desde la perspectiva del desarrollo infantil”, señaló.

Sobre la historia del IINOEA

Durante las primeras décadas del siglo XX, en un contexto de fomento a la actividad catedrática centrada en la promoción de derechos de la infancia, el pediatra uruguayo Luis Morquio, junto a otros profesionales de la región, promovió el desarrollo de los primeros Congresos Panamericanos del Niño.

Estos congresos tenían como objetivo acordar y dialogar sobre temas fundamentales como la salud y los derechos de la infancia, además de establecer líneas de acción para transformar y mejorar las condiciones de las infancias en la región.

Fue en el segundo Congreso Panamericano del Niño, realizado en 1919 en Montevideo, donde Luis Morquio propuso la creación del Instituto Internacional Americano de Protección a la Infancia. Este proyecto fue aprobado en 1924 y, finalmente, el 9 de junio de 1927, diez países de América suscribieron el Acta de fundación del IINOEA. El Instituto se integró a la Organización de los Estados Americanos (OEA) en 1949, como Organismo Especializado en Derechos Humanos de la Niñez y Adolescencia, iniciando así su consolidación como referente técnico a nivel regional.

El evento contó con la participación del subsecretario del Ministerio de Trabajo, Daniel Pérez; el presidente de INAU, Guillermo Fossati; la directora de INAU, Natalia Argenzio; y la directora general, Dinorah Gallo.

“Uruguay es uno de los países de la región que está más cerca de cumplir con el mandato de Naciones Unidas de erradicar el trabajo infantil, lo que nos enorgullece mucho”, señaló sl subsecretario Daniel Pérez.

El jerarca enumeró una serie de acciones llevadas adelante en ese sentido y mencionó que es importante poner foco en la erradicación de la pobreza infantil: “Para nosotros es muy importante, sin duda la erradicación de la pobreza infantil contribuye de modo notorio en la eliminación del trabajo infantil. Es importante que el sistema político esté tomando este tema”, dijo.

En la misma línea, la directora de INAU, Natalia Argenzio, mencionó la problemática de la pobreza infantil y los niños, niñas y adolescentes en situación de calle. “Tenemos que tener una mirada integral para abordar el tema. Esto requiere un compromiso del Estado y a nivel político. Las políticas de infancia no pueden postergarse. Ojalá que Uruguay avance hacia ello”, señaló.

El presidente de INAU, Guillermo Fossati, señaló que el trabajo infantil “priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad. Por lo tanto, hablar de trabajo infantil hace necesario integrar la perspectiva de los derechos de niños y niñas”, haciendo hincapié que esta problemática, adicionalmente, imposibilita el ejercicio de otros derechos como la educación o la recreación.

Cifras

La directora General de INAU, Dinorah Gallo, brindó cifras de actuaciones del Departamento de Inspección Nacional del Trabajo Infantil y Adolescente de INAU durante el 2023 y los primeros meses de 2024.

Durante el año pasado se realizaron 1822 inspecciones, mientras que en los primeros 5 meses de este año se realizaron unas 903 en todo el país.

Durante el año pasado se otorgaron 2168 permisos laborales, mientras que en lo que va del presente año ya se otorgaron 3942.

Durante la reunión, se extendió un agradecimiento y reconocimiento a INAU por su destacado trabajo en la elaboración del Instrumento de Estándares de Derechos Humanos para el cuidado de la salud mental de niñas, niños y adolescentes.

A partir de este valioso trabajo, se plantea la iniciativa de realizar una capacitación sobre el instrumento de estándares y su aplicación, con el objetivo de impulsar el uso de esta herramienta para el monitoreo y fiscalización de los dispositivos de salud mental.

La elaboración de los estándares para el cuidado de la salud mental, implicó un proceso de construcción que involucró a todos los actores de la política en salud mental de niñas, niños y adolescentes. En una primera etapa se realizó una consulta amplia a organismos públicos, poder judicial, academia, organizaciones sociales y adolescentes que intercambiaron y acordaron los estándares de derechos humanos.

En una segunda etapa se realizó un trabajo en conjunto con el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), el Ministerio de Salud Pública (MSP) y la Cátedra de Psiquiatría de la Universidad de la República para ajustar la metodología de aplicación y pre testear el instrumento.

La metodología de aplicación del instrumento, fue revisada y testeada por un equipo interinstitucional y multidisciplinario. Se realizaron los ajustes correspondientes durante el proceso y se pudo verificar su aplicabilidad en el testeo en dos dispositivos seleccionados.

En este proceso el INAU se integró con una importante representación, compuesta por autoridades de altísimo nivel de las direcciones y áreas referentes en la temática: Sub dirección Programática, Programa de Intervenciones Especializadas, Supervisión de proyectos de intervención especializadas. Se ha logrado el desarrollo de una herramienta que permite una evaluación exhaustiva y metodológicamente aplicada, desde la perspectiva de la calidad y derechos humanos, esenciales para asegurar una mejora continua en el cuidado de la salud mental en infancias y adolescencias.

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