Implica el abuso sexual por parte de los adultos/as hacia niños, niñas y adolescentes, y la mercantilización y cosificación de sus cuerpos a través del pago.

Con motivo de concientizar y reflexionar acerca de la Explotación Sexual de niñas, niños y adolescentes, el viernes 27 de abril se produjo un encuentro en el Centro Oresuela, con la participación de: Psic. Darcy Bataille, Asistente Técnico del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV); Tania Zina, Educadora Social de “Travesía”, un proyecto de atención a niñas/os y adolescentes que han vivido o están viviendo explotación sexual comercial y/o trata con estos fines, en el departamento de Montevideo, dependiente de INAU; y Lic. Luis Purtscher, Presidente del Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia (CONAPEES).


El primer orador fue Luis Purtscher (CONAPEES), subrayando que la explotación sexual infantil y adolescente es “…una construcción histórica -social, económica, política, de género y generaciones que involucra un sinnúmero de espacios y flujos, de la vida cotidiana”.

Supone una violación a los derechos humanos en general y a los derechos del niño en particular. Es una forma de dominación y violencia que desencadena un proceso de de-sujetación, cosificación y mutación en mercancía de las niñas, niños y adolescentes sometidos al mercado del sexo.

Por su parte, Tania Zina (TRAVESÍA) reconoció que muchas veces las redes de explotación van mucho más adelante que los mecanismos de protección existentes para prevenirlas, e identificarlas. “…Travesía trabaja tomando la referencia individual como espacio privilegiado. Buscamos recuperar la confianza de los jóvenes, para que esos chicos y chicas vulnerados, puedan vincularse con adultos de una forma diferente”.

La Educadora Social afirma que es fundamental enfocar el problema desde una discusión por los derechos humanos con perspectiva de género, generaciones y diversidad sexual.

Es preciso mirar el problema desde diferentes dimensiones socioculturales para poder generar respuestas integrales que tiendan a la transformación cultural, la protección de las víctimas y la sanción a los explotadores.


Para dar cierre al evento tomó la palabra Darcy Bataille (SIPIAV), explicando la lógica detrás de las políticas del organismo; en donde describió la concepción estructural de la violencia manifestada en las relaciones de abuso de poder interpersonales.

Si bien la violencia sexual hacia niños, niñas y adolescentes ha estado siempre presente en la historia de la humanidad, es relativamente reciente que su ocurrencia empieza a ser considerado un problema a discutir.

Estas relaciones de poder implican la naturalización de las relaciones de dominación basadas en las inequidades de género, generación, clase social y etnia. En este sentido, las personas que se encuentran en posiciones más vulnerables son: las niñas, niños, adolescentes, las mujeres y/o personas en situación de dependencia.

Desde el año 2007, Uruguay ratifica su compromiso de enfrentar articuladamente la problemática de la violencia hacia niños, niñas y adolescentes formalizando en la creación, intersectorial e interinstitucional, del Sistema Integral de Protección a la Infancia y a la Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV).

“Marandú” se traduce como mensajero en guaraní, nombre que conecta con la misión de dejar una huella positiva en los niños y niñas. La inauguración contó con la presencia del Directorio del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Autoridades nacionales y departamentales; y de la Asociación Civil “AUCOS”.

En el Departamento de Lavalleja, existen al momento ocho CAIF y un CAPI (Centro de Atención a la Primera Infancia) que atienden un total de 967 niños y niñas. En este caso en particular, la Asociación Civil “AUCOS” se encarga de gestionar el establecimiento brindando atención a 33 niños y niñas de 0 a 3 años, a través de un equipo de trabajo compuesto por 8 personas: Maestra Referente, dos educadoras, Psicóloga, Psicomotricista, Trabajadora Social y Coordinadora de gestión.

Desde 1988, el Plan CAIF constituye una política pública cuyo objetivo es garantizar la protección y promover los derechos de los niños y las niñas desde su concepción hasta los 3 años, priorizando el acceso de aquellos que provienen de familias en situación de pobreza y/o vulnerabilidad social, a través de las modalidades urbanas y rural. En el marco de sus 30 años de existencia, atiende a más de 50.000 niños uruguayos en todo el territorio.

El Instituto del Niño y Adolescente atiende dentro de este Sistema Nacional Integrado de Cuidados (SNIC), más de 56.000 niñas y niños en todo el país. En los últimos años hubo un incremento de 5775 niñas y niños de 0 a 3 años incorporados a Centros de Atención a la Primera Infancia y la Familia (CAIF), Centros de Atención a la Primera Infancia (CAPI) y Centros Nuestros Niños.

INAU, también en estos últimos 3 años inauguró 47 CAIF y 1 CAPI, a la vez que realizó 69 ampliaciones en CAIF ya existentes, para ampliar la cobertura en calidad y cantidad.

Por otra parte, en el presente período de gobierno se empezaron a implementar líneas de innovación buscando una mayor corresponsabilidad. El Estado brindó soluciones e infraestructura a medida para dar respuestas, priorizando la primera infancia. Entre estas innovaciones, INAU en conjunto con otras instituciones lanzaron: las Casas Comunitarias de Cuidados; los espacios de Cuidado y Educación para hijo/as de estudiantes; y los Centros de educación y cuidados con sindicatos y empresas.

Respecto a estos últimos, INAU prevé inaugurar 7 en el correr del año. Los más próximos serán en los departamentos de: Tacuarembó (junto a la empresa Lumin y el sindicato de la madera); en Salto (con la Intendencia y la asociación de funcionarios), y 2 en Florida (con el sindicato policial, y con la asociación de funcionarios de COMEF).

Se inauguraron 4 Casas Comunitarias de Cuidados, cuyo servicio es para cuidados de niñas y niños de los 45 días a los 2 años, brindados por un/a cuidador/a en su hogar o en un espacio físico comunitario, en territorios con insuficiencia en la oferta de servicios públicos de cuidados. Se proyecta la inauguración de otras 12 para este año.

Por último, se inauguraron 3 proyectos pilotos de Espacios de Cuidado y Educación para hijas e hijos de estudiantes para apoyar su trayectoria educativa en la enseñanza media. Se atiende en horario flexible, vespertino y nocturno, a niños y niñas hasta 5 años.

En cuanto a la formación, INAU aporta al SNIC la formación específica en primera infancia, a los efectos de garantizar la calidad de los servicios, y favorecer las trayectorias educativas de quienes se desempeñan en el sector. Más de 1000 personas se formaron para la atención a la primera infancia en 2017 en el Centro de Formación y Estudios (CENFORES) del INAU, entre las cuales 75 lo hicieron para el trabajo en Casas Comunitarias de Cuidados.

El evento cerró con las palabras de la Ministra de Desarrollo Social Marina Arismendi, quien reflexionó acerca de que todas las personas ”necesitamos cuidados al nacer y eventualmente podemos precisar cuidados en algún otro momento de la vida”, de ahí la importancia de esta política pública ejecutada en conjunto, que nos compromete a todos y todas en la construcción de una sociedad solidaria y responsable con quienes la conforman.

Durante todo el mes de abril “Mes de los Cuidados”, se realizarán actividades en todo el país con el objetivo de visibilizar a los cuidados como un nuevo derecho y sensibilizar sobre la responsabilidad compartida entre varones, mujeres, Estado y sociedad; dando muestra de los avances de esta nueva política pública que contribuye al conocimiento del Sistema Nacional Integrado de Cuidados por parte de la población.

La cantidad de casos registrados implica un aumento del 19% respecto al año anterior, y en la mayoría de estos casos (80%) se trata de situaciones repetidas.

Este año se registraron 3155 situaciones de violencia severa en todo el país, según indica el Informe del SIPIAV abordadas y registradas por operadore/as de infancia y adolescencia, mediante intervenciones enfocadas a la detención de la violencia, la restitución del ejercicio de derechos y en la medida en que esto fue posible, la reparación del daño sufrido.

Cuatro de cada diez denuncias tienen como víctimas a niños y niñas en edad escolar (entre los seis y 12 años). Dos de cada diez involucran a menos de cinco años y el resto a adolescentes, en todos los casos con más victimas femeninas.

Hay situaciones de violencia —típicamente el maltrato emocional— que aparecen con enorme frecuencia en todas las edades, en hombres y en mujeres. Pero los abusos sexuales muestran un incremento acorde crece la edad de la víctima y el tipo de violencia más denunciado entre las adolescentes. Específicamente este tipo de violencia represente un 20% de incremento en relación al 2016.

En este contexto, el INAU, a través de su Presidenta Marisa Lindner, destaca una serie de avances sustantivos vinculados a las violencias: la creación de la Unidad de Víctimas en el proceso penal; la distinción de la violencia basada en género; la reforma del Código de la niñez y la adolescencia y el ingreso de 24 referentes de violencia para fortalecer el trabajo en los Comité de Recepción Local así como la creación albergues para situaciones extremas.

Por su parte, el Fiscal Corte, Jorge Díaz destacó un gran avance en la capacitación del personal que atiende situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes, mediante un trato diferencial con enfoque de derechos, recomendando un proceder basado en la credibilidad hacia la víctima, siendo las pericias recursos utilizados en últimas instancias.

El Informe se presenta desde la responsabilidad estatal de rendir cuentas ante la ciudadanía por sus actuaciones y se rescatan para ello aspectos conceptuales acordados en ese ámbito, en el esfuerzo por comprender el origen del maltrato y abuso sexual hacia la infancia y la adolescencia y que están en la base de las definiciones de políticas para combatirlos.

Al hacer públicos los datos anuales, este documento no solamente muestras cifras, gráficas, cuadros comparativos, etc. que hacen a lo meramente estadístico; sino que además y sobre todo pone en la agenda pública y en la ciudadanía en general el abordaje de un problema que trasciende los límites del “hogar” y la “familia”.

El esfuerzo y el compromiso exigido también está dirigido a las situaciones que no llegan a ser denunciadas, a la importancia de la detección e intervención a tiempo, de construir una vida libre de violencia hacia los niños, niñas y adolescentes y de poder discernir entre todos la frontera entre lo privado y lo público cuando de violencia se trata y actuar oportunamente.

El mismo alcanza una cobertura de 100 subsidios a nivel nacional y busca promover y fortalecer los procesos de enmancipacion, inclusión social y desvinculación institucional dado que el factor habitacional es un componente crucial en la vida de las personas.

El programa está dirigido a jóvenes entre 17 y 19 años, institucionalizados y con ingresos económicos propios quienes a través de su postulación tendrán la oportunidad de acceder a ser parte de una propuesta de vivienda transitoria, colectiva y autogestionada. Considerando, además, que esta estrategia implica también el acompañamiento en lo vincular, laboral y educativo porque “es importante apuntalar las trayectorias vitales de quienes por diferentes razones y durante mucho tiempo el hogar que conocieron es el INAU, pero crecen y deben dejarlo” señaló la presidenta del organismo, Marisa Lindner.

Por su parte la Ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, indicó que “vamos por un camino de pasos cortos porque la demanda es permanente y estamos acompañando en red la protección social que el egreso requiere”. Destacó a propósito que este programa surge a partir de la valoración positiva de la experiencia piloto vinculada a la vivienda que se realizó durante el año 2013.

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